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Movilion

Mobile payments y qué más ¿ofertas locales tal vez?

Como analizamos vinimos analizando en Movilsur y en en Movilion a lo largo de 2011, el negocio de los pagos móviles es tal vez el más interesantes y a la vez el más complejo de los que enfrenta este cambiante ecosistema. Vimos que en América Latina uno de los huesos duros de roer para cualquier plataforma de mobile payments está muy cerca y está por todos lados: los billetes.

Por qué usuarios y comerciantes usarían un sistema alternativo siendo que el efectivo les ofrece fuertes ventajas, entre ellas una liquidez difícil de mejorar y en muchos casos, sobre todo en mercados emergentes, la opción para el comerciantes de evadir impuestos (¿hay otra manera de decirlo?) y en consecuencia, para el usuario/cliente, de obtener atractivos descuentos sobre el valor nominal de la compra.

Muchos hacen caso omiso de esa pregunta y confían en las cualidades intrínsecas de la tecnología, como si los movimientos electrónicos tuvieran alguna cualidad mágica imposible de definir. Para otros, esa duda es una piedra en el zapato.

En mercados donde los smartphones tienen una penetración importante ya establecida, se mira mucho en dirección a la tecnología NFC como la piedra angular que permitirá resolver ese otro tema a resolver que la última milla, es decir, cómo resolver transacción en el lugar de una forma ágil.

El primer problema de NFC es que termine de convertirse en un verdadero estándar (algo sobre lo que se avanzó), el segundo problema (más grave) es que implica la ingerencia de un hardware (un chip especial). Esto último quiere decir que distribuir la tecnología NFC supone un recambio total del parque de dispositivos. ¿Cuánto puede demorar esto?

Algunos como Marcelo Fondacaro y Daniel Attar, de la empresa Veritran, creen que, al menos en América Latina, lo mejor es ir por la vía del software, cuya distribución es más sencilla, y aprovechar la infraestructura que ya está en la calle.

Uno de los frentes de batalla más activos es sin duda Estados Unidos. Ahí los contrincantes de peso son Google Wallet, Isis, Square, mFoundry y un sistema de pagos móviles que todavía no tiene nombre y que viene siendo desarrollado por Pay-Pal. Lo que me pareció interesante de este último caso son unas declaraciones recientes de Walt Doyle, quien a su vez es el CEO de Where, una red de publicidad basada en geolocalización que Pay-Pal adquirió el año pasado.

Para Doyle una de las principales llaves en la guerra de las plataformas de pagos móviles va a ser la capacidad de atraer o succionar consumidores desde la calle hacia los comercios. “Si el sistema sólo resuelve el pago no será lo suficientemente atractivo -dice Doyle-, ni desde el lado del comerciante ni desde el cliente”.

Según Doyle, lo que Where le permitirá hacer a Pay-Pay será targuetear los consumidores sobre la base de varios factores, incluida la localización, pero también por un histórico de sus compras y de sus búsquedas móviles, todo esto dirigido a cerrar el círculo de redención de ofertas para poder mostrarles a los comerciantes el volumen de negocios que Pay-Pay les está generando.

Recordando que también Google ve a Google Wallet íntimamente ligado a Google Offers, lo interesante es comprobar que varios protagonistas coinciden en que para estimular la adopción de los usuarios no alcanza con crear un buen sistema de pagos móviles. El tema es diferenciarse de los medios de pago que ya hay. Probablemente la diferencia sea que en Estados Unidos el desafío es diferenciarse de las tarjetas, y en América Latina, de los billetes. Parte de la pelea se podría dar en el entorno local, en la calle.