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Movilion

Con los wearables vuelve la movilidad antropomorfa

wearablesSon días frenéticos para las tecnologías wearables, con la inminente llegada al mercado del iWatch de Apple y los anuncios previos -esta misma semana- de Sony, Samsung, LG y Motorola. ¿Cómo será la dinámica de este nuevo mercado? Tal vez veamos una vuelta a aquella idea de Nokia (cuando Nokia era Nokia) de diseñar un móvil para cada de persona.

El razonamiento era -más o menos- así: ya que los móviles son dispositivos personales e íntimos, hay que diseñar un aparato para cada usuario. Los niños y los ancianos: pocos botones, grandes. Los ejecutivos, teclado QWERTY. Los adolescentes, mucho parlante para la música, etc. La idea era adaptarse a las distintas funcionalidades desde el hardware.

Poco después, lapidariamente, el iPhone dio por tierra con todo eso. No había que hacer teléfonos con distintas formas sino uno solo, una tableta, pura pantalla, y dejar la customización a cargo de las aplicaciones. Es el modelo de smartphone que triunfó, y el que conocemos hoy.

Pero los wearables son otra cosa, o pueden serlo ¿vuelve a estar en juego la cuestión de la identidad? Es probable. En los smartphones la usabilidad derrotó a las preocupaciones relacionadas al status. Siguieron preponderando las funciones de comunicación. Ahora la belleza y elegancia con las que el hardware se adapte al cuerpo vuelven a ser relevantes.

El ecosistema cambió mucho, las plataformas (iOS, Android, Windows) ayudaron a estandarizar el desarrollo y la distribución de las aplicaciones.

Paralelamente, la popularidad de las aplicaciones ya no se limita al smartphone. El SmartWatch Pebble – un proyecto indie de Kickstarter para aficionados muy popular- ya tiene con 3.000 aplicaciones en su tienda.

El ecosistema de aplicaciones de terceros también está emergiendo para Google Glass. Muchos de los servicios más populares se desarrollaron para esta nueva plataforma, incluyendo Yelp, Foursquare y Facebook. El reloj Samsung Galaxy, que vendió más de 500.000 unidades, es compatible con las aplicaciones a través de su propio sistema operativo.

La pregunta es si en este nuevo mercado podrá imponerse un ganador tan evidente como lo fue el iPhone para los smarthpones, porque el verdadero obstáculo para la adopción al momento de vestirse es una cuestión de gusto.

Apple sin duda lanzará una pieza hermosa, en base a su trayectoria con el diseño, pero por más bueno que sea el software, sin importar el grado de innovación y por versátil que sea el diseño, difícilmente haya un wearable para todos.

En este punto la tecnología se funde con la moda y si hay un momento en el que las personas nos imaginamos como nosotros mismos, distintos a los demás, es temprano a la mañana, al momento de vestirnos.