Un estudio de Deloitte confirmó lo que la mayoría de los marketineros intuye y muchos desarrolladores ya saben: el 80% de las aplicaciones de marca no alcanzan las 1.000 descargas.
¿Qué buscan las marcas a la hora de lanzar una aplicación? Incrementar ventas, comprometer a la gente, pero aún más, que las aplicaciones refuercen su promesa y agreguen valor a la experiencia del cliente. Nada de todo esto ocurre si la aplicación no llega al teléfono.
El informe de Deloitte analiza el tráfico en iPhone, Android y BlackBerry, más que nada de aplicaciones de grandes marcas de salud y consumo masivo. Deloitte dice que menos del 1% de estas aplicaciones se descargaron más de un millón de veces, y sólo el 20% fueron descargadas lo suficiente como para ser consideradas para su encuesta.
El escenario es particularmente grave frente al hecho de que todos los meses esas tres tiendas generan más de 1.900 millones de descargas.
¿Es la cantidad de descargas el mejor parámetro para analizar el éxito de una aplicación de marca? Seguramente la pregunta es válida… sólo a partir de un umbral de descargas.
Los usuarios descargan un promedio de 65 aplicaciones en su teléfono, pero la mayoría no las utilizan diariamente. En síntesis, solo aquellas aplicaciones que se convierten en parte de su vida cotidiana son valiosas.
¿Por qué fallan las compañías en la creación de aplicaciones atractivas? Buena parte del problema nace del la relación entre IT y Marketing. Veamos un compilado de 6 razones esgrimidas por el editor especializado David Murphy y el analista Stuart Dredge.
1) Objetivos equivocados
Muchas organizaciones están recién ingresando en el mundo móvil y el hecho de desarrollar una aplicación es visto como “algo que hay que hacer”. Los ejecutivos de los diferentes departamentos tienen distintas ideas sobre lo que quieren que la aplicación haga. Este desencuentro de conceptos se traduce muchas veces en una pobre visión de cuál es el propósito de la aplicación.
2) Mala distribución
Dentro de la compañía surgen numerosas discusiones a la hora de diseñar la aplicación. Sin embargo, lo que rara vez se entiende es que existen alrededor de 1,5 millones de aplicaciones solo en el App Store y Google.
3) Falló la frecuencia de uso
El usuario tiene un montón de opciones para agregar a su teléfono y claramente las marcas no son el centro de su universo. Si la aplicación no resulta atractiva es rápidamente borrada o entra en desuso. Si la idea es una campaña corta tipo hotsite, tal vez no sea necesario desarrollar una aplicación.
4) El departamento de TI es demasiado lento
Los móviles generan un choque entre las áreas de marketing y tecnología. De hecho, las aplicaciones exitosas son las que logran que el resultado de la creatividad funcione correctamente a través de la tecnología. La mayoría de los departamentos de IT no están acostumbrados a trabajar realizando actualizaciones cada dos semanas y pierden tiempo en obtener aprobaciones, documentos, o probando alguna funcionalidad. En el mundo de las aplicaciones se trata de actualizar o morir.
5) Marketing va demasiado rápido
Algunos especialistas en IT piensan despectivamente sobre la manera en la que el marketing ve a las apps como un objeto descartable, para “usar y tirar”. Por supuesto, cuando la comercialización gasta dinero en tecnología sin tener en cuenta la longevidad de la inversión, esto irrita a la gente IT. Como todo matrimonio, el vínculo entre IT y Marketing debe ver la manera de convertirse en una pareja feliz, aprender a relacionarse y negociar.
6) No diste con las personas indicadas
Muchas organizaciones buscan desarrolladores externos para que diseñen las aplicaciones de marca. Esto puede ser parte de la solución, o puede empeorar las cosas. Muchas veces los prestadores de este servicio no logran entender las necesidades creativas del área de Marketing y las preferencias técnicas del área de IT.