
Al menos en los mercados maduros, la gente usa su teléfono cada vez por más tiempo. O dicho de otra manera, el recambio de dispositivos móviles es cada vez menor. En la medida en que los fabricantes espacian el lanzamiento de características imprescindibles y los operadores de móviles dejan de hacer actualizaciones cada dos años, la gente conserva más tiempo sus dispositivos.
Según Consumer Intelligence Research Partner hoy el 12% de los propietarios de un iPhone tienen su aparato desde hace más de tres años, frente al 5% de hace dos años.
Por eso este año, en lo que respecta al iPhone, se espera que Apple rompa su tradición de intercalar un “año S” a cada modelo, por lo que este año el diseño no será un cambio radical respecto de los iPhone 6 y el iPhone 6s.
Vía WSJ