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Movilion

El impacto de los págos móviles en la economía mundial

moviles-economia-mundialSegún un estudio del Instituto Global McKinsey, las naciones en desarrollo aportarían al PBI de sus economías unos US$3,7 trillones si sus habitantes manejaran sus finanzas desde sus teléfonos móviles.

2.000 millones de personas viven ajenos a los servicios financieros básicos como cajas de ahorro y crédito. Semejante cantidad personas equivale a cerca de la mitad de la población adulta del mundo desarrollado.

Para que tengamos una idea de los beneficios que traería para las economías emergentes, la posibilidad de que sus habitantes manejen los servicios que utilizan teléfonos móviles e Internet, según un estudio realizado por el Instituto Global McKinsey, una mayor apertura en este aspecto propiciaría el aumento del PIB de las economías emergentes por $ 3,7 trillones de dólares en 2025.

Las cifras para nada son despreciables; equivalen al aumento del 6% de ese vital indicador económico. Dos tercios del crecimiento vendrían del aumento de la productividad de la utilización de los pagos digitales en lugar de dinero en efectivo, y el uso de mantenimiento de registros en lugar de papel electrónico. Las cuentas quedan claras.

Una mayor inversión favorecería las ganancias del Producto Interno Bruto de la economía de estas naciones pobres. Las empresas se situarían en un sistema financiero formal, y el crédito se haría mucho más disponible.

El informe argumenta además que los beneficios de las finanzas digitales trascienden las facilidades para las personas pues incluso favorecen al mercado y a la propia industria.

Sin dudas el acceso a estos servicios básicos reduciría la desigualdad, la pobreza y la corrupción gubernamental. El asunto no termina allí; el mercado laboral sería otro de los beneficiados. Se crearían 95 millones de nuevos puestos de trabajo.

Las aplicaciones online de este tipo tienen la capacidad de proporcionar acceso a los servicios financieros a 1.600 millones de personas certifica el estudio de McKinsey.

Y no resulta una utopía; la infraestructura tecnológica ya existe. Hace dos años, el 80% de los adultos en los países en vías de desarrollo tenían suscripciones móviles. Para 2020, el 90% de estos adultos portará un teléfono móvil.

“El desarrollo económico es generalmente un largo viaje, pero las soluciones digitales de finanzas puede acelerar radicalmente el progreso, y con un coste relativamente asequible”, certifica la investigación, que afirma además, que los pagos móviles reducen el coste de la prestación de servicios financieros hasta un 90%.

“En el segundo milenio de nuestra era, el objetivo de la tecnología financiera sigue siendo el mismo: accesibilidad. Aunque ahora, la accesibilidad cuenta con diversos matices, que son posibles gracias al desarrollo de nuevos sistemas electrónicos y de comunicaciones.

Desde el año 2000, gracias al crecimiento del Internet, los usuarios de servicios financieros hemos podido disfrutar de la comodidad de realizar diversas operaciones desde nuestros hogares o lugares de trabajo, tales como, consulta de saldo y estados de cuenta, transferencias electrónicas a cuentas del mismo banco y otros bancos, pagos de servicios, inversiones, pago de impuestos.”

Los proveedores de servicios tendrían en clientes de bajos ingresos, un negocio seguro, porque a pesar de la condicionante económica, los beneficios estarían asegurados para estas empresas.

No obstante las operaciones en efectivo continúan en estas naciones como la forma predominante; cerca del 90% de las transacciones se realizan por esta vía. Muy distinto a lo que sucede en los Estados Unidos y el Reino Unido, donde los pagos digitales se utilizan el 49% y 55% de las ocasiones, respectivamente.

En varios delos países desarrollados la tendencia es al uso de las facilidades que brinda la tecnología a la hora de hacer operaciones y transacciones financieras. Según encuesta encargada por ING a la compañía global de investigación de mercados Ipsos basado en una muestra total 14.579 personas en 15 países: España, Francia, Bélgica, Holanda, Reino Unido, Alemania, Luxemburgo, República Checa, Austria, Italia, Polonia, Rumania, Turquía, Australia y Estados Unidos.

El punto extremo de los países que serían los más favorecidos lo integran dos naciones africanas. Etiopía y Nigeria podrían aumentar su PIB hasta un 12%. Relativamente países más ricos, como China y Brasil aún podrían impulsar el crecimiento económico en un 5%. McKinsey estima que en la India se pierden más de $2.000 millones al año en ingresos no percibidos simplemente por el tiempo que viajan los clientes hacia y desde un banco.

Las finanzas digital traerían enormes beneficios para las firmas, y podrían crear las condiciones para llenar la brecha de $2,2 billones de dólares entre el crédito al que puede acceder en la actualidad la pequeña y mediana empresa, y lo que realmente necesitan. Incluso existe la posibilidad de respaldar el sistema financiero con $ 4,2 billones de dólares en depósitos, algunos de los cuales podrían ser utilizados nuevamente para los préstamos en las entidades de estas naciones.

“Miles de millones de personas a través de las economías emergentes poseen el teléfono móvil que se puede conectar directamente al sistema de pago nacional”, sintetiza en las conclusiones el informe.