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Movilion

Mobile wallets es un negocio de alianzas

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En el mercado de los pagos es muy poco lo que alguien puede hacer en soledad, porque la transacción descansa sobre un estándar. Por eso los que más posibilidades tienen de sacar ventaja en la guerra de las billeteras móviles son los que mejor entienden al enemigo, o lo que es prácticamente lo mismo, los que saben reconocer a sus potenciales socios.

Hoy nadie lo tiene todo.

Están los que tienen la solución (en términos de negocio o de tecnología) pero les falta la llegada y la adopción. En la medida en que el móvil sube en el escalafón de las consideraciones estratégicas, los encargados de desarrollar el negocio encuentran más permeables sus propuestas. También crece el reconocimiento de la necesidad de construir partnerships, pero ¿con quién? ¿hasta dónde?

Poco a poco, con demasiada lentitud, las celcos y los bancos se dieron cuenta que otros podrían desarrollar una propuesta interesante para gente no bancarizada y sin SIM cards. También debieron reconocer que si cada uno desarrolla su propia aplicación nadie obtiene verdadero valor.

Los bancos confían tener la confianza de sus clientes pero la pregunta es si podrán trasladar ese sentimiento al nuevo canal. Ellos lo ven como uno más, el siguiente después del call center y los ATMs ¿los usuarios también lo verán así?

A las celcos, mientras tanto, les cuesta cada vez más mostrarse como los únicos poseedores de información sobre el comportamiento de los usuarios móviles. Y convengamos que sus ofertas de servicios de valor agregado orientadas a detener la caída del ARPU tampoco ayudaron a revertir esa imagen.

El frenesí de las start-ups por hacer algo nuevo y disruptivo tiene el efecto (benéfico en términos de ecosistema) de incomodar. El éxito o fracaso de ellas pone los tiempos del negocio. Muchos creen que uno de los grandes ganadores del negocio de las billeteras móviles es una empresa chica, ágil, reconocida, y preparada para dar un zarpazo demoledor.

Las tarjetas de crédito ocupan un lugar relativamente neutral, tienen a su favor ese enorme capital de marca. Todavía mantienen el aura de empresas capaces de armar el marketplace (ellas lo hicieron!), pero en muchos aspectos pierden terreno frente a jugadores como Google y Facebook, que en poco tiempo se convirtieron en las plataformas que validan identidad en el mundo digital.

Las asociaciones colaborativas desempeñan un papel vital en el éxito de cualquier proyecto de billetera móvil. Son incluso más importantes que los productos y servicios propios. Y creo que el otro factor clave es entender un rol. El ganador debe estar preparado para ser una red, un nexo entre usuarios y comerciantes. Deberá renunciar a todo lo demás, y asumir que lo suyo es la intermediación.