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Movilion
3G

El futuro del móvil está acá (América Latina, etc.)

Cuando veo a emprendedores mobile en Buenos Aires pensando tal y como piensan sus pares de Silicon Valley me asaltan algunas dudas. Y después de leer este articulo de Erica Kochi, co-directora de Innovación Tecnológica en UNICEF, tiendo a confirmarlas.

Mientras en Argentina la mayoría sigue pensando en los smartphones, incluso en iPhones, Kochi insiste en lo que ella ve mientras viaja por Africa, por Asia y seguramente también por las provincias del interior de un país Latinoamericano: que los patrones de uso del teléfono móvil en estas áreas en desarrollo son muy diferentes a lo que pasa en las calles de Nueva York o San Francisco (agreguemos Santiago o Buenos Aires).

Darse cuenta de esa diferencia hizo que UNICEF desarrolle 190 proyectos para usar las enormes ventajas de los móviles para hacer cosas en serio, como asegurarse que los chicos hagan un test de IVH, recoger información directa de la comunidad sobre en nivel de potabilidad del agua, o sobre el acceso a medicamentos esenciales.

“Para los de Silicon Valley es difícil imaginar que el 70% de los dispositivos distribuidos en el mundo todavía son feature phones -dice Kochi-. La mayoría del mundo, especialmente en estratos de bajos ingresos y zonas rurales, sigue viviendo la revolución móvil a través de las limitaciones de la voz, el SMS y una conexión asíncrónica”.

Esas limitaciones producen creatividad. Por ejemplo, agricultores que usan el SMS para averiguar los precios de sus productos y mejorar su posición negociadora en los mercados. Una de las iniciativas de UNICEF es RapidSMS, una solución escalable y de código abierto basada en SMS para recolectar datos de forma dinámica. Sólo en algunos países de África subsahariana tiene más de 200.000 usuarios.

Kochi piensa en cómo debería ser el teléfono para estos lugares rurales y pobres. El iPhone no tiene la menor chance en un país como Kenia donde el 40% de la gente vive con menos de 2 dólares diarios. Menciona un aparato Huawei con Android que el año pasado el operador Safaricomo pensaba vender en unos 80 dólares.

Otra condición: la robustez. “El Nokia 1100 es el teléfono más popular del mundo, a prueba de polvo, resistente al agua y con un sencillo sistema de menús. Y además tiene una linterna-dice-. Los teléfonos inteligentes son criaturas delicadas“.

Batería para una semana. En muchos lugares recargar el teléfono todas las noches no es una opción. “En un pueblo de Senegal conocí a un emprendedor -cuenta Kochi-, cuyo negocio era recoger los teléfonos de sus clientes y por un módico precio, viajar en bicicleta una hora hasta una aldea vecina con electricidad y volver a mitad de la noche con los teléfonos cargados”. La anécdota lo dice todo.

Por último, bajo consumo de datos. Kochi dice que es poco probable que los datos bajen de precio tan rápidamente como los smartphones, así que incluso cuando éstos lleguen a ser lo suficientemente baratos como para un usuario medio en un país en desarrollo, no será capaz de pagar por su uso. Habrá demanda de aplicaciones, siempre que usen poco ancho de banda.