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Movilion

Infraestructura bancaria y dinero móvil en América Latina

Varios programas de dinero móvil en América Latina están aprovechando la infraestructura bancaria existente, particularmente en los mercados llamados de “tipo II”, con servicios financieros formales más desarrollados, como Brasil y México.

De hecho, según lo describe el estudio Servicios financieros móviles en América Latina y el Caribe realizado por la GSM, la región tiene una infraestructura bancaria relativamente más desarrollada, al menos si o comparamos con África subsahariana.

Brasil y México tienen en promedio unas 27 sucursales comerciales por cada 100.000 adultos, comparadas con las 3,8 que hay en África.

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En toda la región los bancos tienen penetración a través de agentes o de corresponsales bancarios. Si bien lo usual es que estas redes sean parte de estrategias de descongestión de las sucursales y no tanto herramienta para la adquisición de nuevos clientes, cada vez más se están convirtiendo en puntos de distribución para los servicios de dinero móvil.

Por ejemplo, en Brasil hay unos 150 mil corresponsales bancarios en todos los municipios del país autorizados para abrir cuentas de dinero móvil y realizar transacciones de ingreso/retiro de efectivo en nombre de los bancos.

La amplia mayoría (más del 90%) de esos puntos de venta son agentes de tres bancos con estrategias de mercado de gran consumo (Banco do Brasil, Caixa Económica Federal y Banco Bradesco) que firmaron acuerdos con operadores móviles para dar servicios de dinero móvil.
Además de aprovechar agentes y redes de cajeros automáticos para el ingreso y retiro de efectivo, varios servicios de dinero móvil en Latam buscan aprovechar la infraestructura de aceptación de tarjetas.

Brasil tiene más de 3,4 millones de datafonos (POS, por sus siglas en inglés) y México tiene por lo menos medio millón. Este acceso ocurre de varias maneras, mediante la emisión de tarjetas
compañeras para las cuentas de dinero móvil, o suscribiendo acuerdos con redes de adquisición, para permitir la compra de dinero a través de la base instalada de POS.